Uno de los operativos subversivos más demoledores y corrosivos aplicados en España durante los últimos treinta años, por lo menos, es aquello de que cualquier rigor en la justicia, cualquier ejercicio enérgico de la autoridad, cualquier atisbo de rigor intelectual,de excelencia,de buen gusto,de buenos modales, de sistema educativo rigurosos etc. son signos de "franquismo" . En España ha habido unas "autoridades" decididamente partidarias de extender las "buenas nuevas" en la mente de la gente de que "democracia" es sinónimo de "todo vale", de que no hay principios éticos, de que no se puede castigar al culpable ni premiar al inocente, al laborioso, al ahorrador. En definitiva han desmontado la sociedad aplicando una carga de profundidad de efectos devastadores. No se si los que llamamos políticos y deberíamos llamar autoridades han actuado así por ignorancia o dejación de funciones. En cualquier caso no han cumplido con su vocación. Al no ejercer su autoridad con equidad y justicia como "gobernantes" y afrontando la "cruz" de su vocación, han potenciado que toda autoridad quede socavada en nuestra sociedad: judicial, policial, educativa, parental.
Cuando era adolescente tuve el privilegio de vivir cuatro meses en la República de Irlanda. Me hospedaba con una amable familia cuyo vecino era un mando de la policía irlandea , la "garda". Tengo que señalar que en España Franco estaba en sus últimos momentos. Pasando las semanas, entablé cierta amistad con el "garda" puesto que estaba muy interesado en España, su historia y su política. En el transcurso de nuestras conversaciones descubrí, para mi sorpresa, que un policía de una república democrática tenía practicamente la misma aproximación a su vocación y lo que ésta implicaba que un guardia civil español de la época.
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