De vez en cuando surgen verdaderos "brotes verdes" en medio del desierto de esta España manipulada, engañada, saqueadada, sofronizada, atontada, acobardadada, silenciada y triturada. No me refiero a los brotes verdes a los que nuestro presidente se refería en términos económicos sino a otros totalmente inesperados.
Muchas veces nos lamentamos por la ingeniería social a que esta nación lleva siendo sometida demasiados años ya. Lo que no constatamos es que estos iluminados no son todopoderosos y que sus planes se pueden volver contra ellos en cualquier momento, como lo demuestra la anécdota personal que paso a narrar.
Los profesores de secundaria ( en otro tiempo profesores de bachillerato), dentro de nuestro horario, tenemos tres guardias, horas destinadas a "cuidar" de las aulas donde se haya ausentado un profesor. Una de estas horas se dedica también a atender una aula especial llamada ATP; eufemismo que denota una aulita donde recibimos a los alumnos "malotes" expulsados de una clase por su mal comportamiento. En una de estas sesiones tuve el privilegio de entablar una conversación con un alumno y una alumna, de 15 años, de procedencia familiar aparentemente no muy boyante y que habían sido expulsados de la famosa y denostada Educación para la Ciudadanía. Los términos del diálogo fueron más o menos así.
PROFE:¿De qué clase os han expulsado?
ALUMNOS. De Educación para la Ciudadanía.
PROFE: ¿Qué maldad habéis hecho?
ALUMNOS: Que nos nos gusta la asignatura, que es un rollo, que nos quieren comer el coco y que además nos hablan de política y del (palabrota) de Zapatero....... No aguantamos y nos ponemos bordes hasta que el profesor nos expulsa.......
La conversación derivó hacia una especie de sesión de orientación laboral que los alumnos me agradecieron expresamente. Yo no pude por menos que preguntarme si todos los esfuerzos de estos iluminados propulsores de educación para la ciudadanía se volverán contra ellos y todo lo que huela a socialismo, ideología de género, feminazismo, democracia, parlamentarismo etc.... o acaso sea precisamente éso lo que buscan al implantar esa materia. Nunca se sabe, pero lo que es cierto es que los experimentos de ingeniería social hay que hacerlos con gaseosa, no vaya a ser que exploten en la cara
Geniales.
ResponderEliminarTu razonamiento, que comparto hasta el extremo de que acababa de escribir un post titulado 'Razones para la esperanza', y la pícara madurez de los alumnos retratados. Yo, con gente así, voy hasta el fin del mundo.