domingo, 28 de noviembre de 2010

Confesión de Augsburgo Art. XXI

Respecto al culto de los santos, enseñan los nuestros (los cristianos que aceptan esta confesión), que se ha de recordar a los santos con objeto de fortalecer nuestra fe, viendo como ellos recibieron la gracia de Dios y cómo fueron ayudados mediante la fe en Jesucristo. Además debemos seguir el ejemplo de sus buenas obras, cada cual de acuerdo con su VOCACIÓN. Por ejemplo, su Majestad Imperial (Carlos I de España y V de Alemania), al hacer la guerra contra los turcos,puede seguir provechosa y piadosamente el ejemplo del santo rey David, ya que ambos desempeñan el oficio real, que exige la defensa y protección de los súbditos. Pero no se puede probar con la Escritura que se deba invocar a los santos o implorar su ayuda. "Hay un solo propiciador y mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo" (1 Tim. 2:5). El es el único Salvador y el único Sumo Sacerdote,Propiciador e Intercesor ante Dios. (Rom.8:34). Solamente El ha prometido oir nuestra oración. De acuerdo con la Escritura, el culto divino mas excelso es buscar e invocar de corazón a este Jesucristo en toda necesidad y angustia. "Si alguno peca, abogado tenemos para con el Padre, a Jesús el justo..." 1Juan 2:1

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