Casi 70 años después de Katyn, Rusia ha reconocido la autoría de la matanza de los bosques de Katyn , bajo órdenes de Stalin. Una tragedia más de las que se cometieron durante la 2ª Guerra Mundial por todos los bandos. Dicha matanza pretendía descabezar Polonia, privarla de sus élites para ser dominada y domeñada. ¿No nos suena esta táctica?
Cuando la cúspide del estado polaco se dirigía a recordar estos trágicos hechos ha ocurrido este extraño accidente que todos conocemos por los periódicos. Más de uno cegado por el timo postmoderno-progresista habrá oido esta noticia con cierta distancia ya que las ideas políticas del Presidente Kazinsky eran verdadero revulsivo para las necedades retro-progres. Patriota ,con sentido común , conocedor de lo que implica la vocación de gobernante y la ley natural.
Polonia, país de mayoría y cultura católica es y ha sido ejemplar en muchos aspectos siendo uno de ellos el que esa cultura no ha alienado a polacos de otras confesiones, a los que ha sabido integrar dentro de la nación. La Iglesia Evangélica de la Confesión de Augsburgo es testimonio vivo de lo que afirmo. Esta iglesia luterana data sus inicios en los mismos comienzos de la Reforma. Hoy día, después de los años de sequía comunista cuenta con casi 100.000 miembros repartidos en 160 parroquias y con una admirable labor catequética y filantrópica. Uno de sus miembros es Jerzy Buzek, primer ministro de Polonia de 1997 a 2001 y hoy presdente del Parlamento Europeo, el cual tuvo entre sus ministros al fallecido presidente. En el avión siniestrado viajaba también el coronel Adam Pilch pastor luterano encargado de la capellanía militar protestante. Que el SEÑOR consuele y guíe a esa heróica nación, a sus líderes y a su pueblo.
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