¿Qué ocurriría si la iglesia luterana acabara siendo una mera tendencia teológica absorvida por el protestantismo liberal-masónico o por el conservadurismo fundamentalista protestante? Pues pasaría que perderíamos lo que Dios nos ha recordado a los cristianos por medio de la Reforma Luterana:la distinción entre Ley y Evangelio, la comprensión del Bautismo y la Eucaristía como verdaderos medios de gracia. La Real Presencia no cabe duda que se quedaría para siempre en la iglesia de Roma; y de todas las Confesiones de la época de la Reforma solamente permanecería en pie la confesión de fe de la reforma romana: Trento.
HERMANN SASSE
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