Desde este humilde blog he manifestado mis discrepancias con Doña Esperanza Aguirre, discrepancias que sigo manteniendo.Además, desde esta humilde página he apuntado cómo un gobernante deber ser fiel a su vocación de servicio y basar sus actuaciones políticas en el sentido común, la razón, la prudencia, la justicia y la ley natural.
Doña Esperanza ha rectificado y pedido disculpas por decir que los profesores trabajan veinte horas, cuando son treinta y siete y media, según se computa el trabajo semanal.
Desde esta modesta página se admiten las disculpas de Doña Esperanza ya que sientan un precedente honroso para un gobernante y me corroboran la percepción de que Doña Esperanza ejerce su profesión con notable sentido de la "vocación" y dignidad de un gobernante, a pesar de mis discrepancias ideológicas.
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