lunes, 23 de enero de 2012

EXILIO

Recuerdo los años noventa, 95 o 96 del siglo pasado, hace unos 16 o 17 años, cuando la victoria del PP en las urnas era inminente y algunos elementos de mi entorno laboral y autodenominados ultracatólicos ( por cierto,muy beneficiados por Bono y Barreda) se frotaban las manos porque, según ellos, el PP iba a poner las cosas en su sitio y los escasos españoles que éramos protestantes o judíos tendríamos que salir del país a toda velocidad acompañados eso sí de los rojos (lo que ellos denominaban rojos) y no sé cuantas otras especies de españoles de pura cepa. Ninguna consideración les hacía cambiar de parecer ni que esos protestantes, judíos o rojos pudieran ser honrados patriotas o gentes de bien.Para ellos el no ser católico era delictivo y proclive a la colaboración con los enemigos de España. Que nadie se extrañe, todavía hay "liberales" en Intereconomía que propugnan parecidas ideas.
Hoy han pasado 17 años y España dirigida por el PP ya no es una nación independiente, libre y soberana. ¿Sería que los verdaderos enemigos de nuestra nación utilizaran esa torpe mentalidad que he expuesto, como bandera falsa, como señuelo para colarnos a los verdaderos enemigos?
Mientras tanto yo sigo esperando que me pongan en la frontera y me eviten contemplar cómo mi querida nación se la reparten la usura internacional, los gangsters de las finanzas y los tiburones de las mafias;me eviten presenciar cómo a base de ineptos, incompetentes, corruptos y necios gobernantes se han ido desmontando tantas cosas buenas que teníamos; me eviten ver con mis propios ojos cómo mi patria se hace el harakiri ovejunamente.

sábado, 14 de enero de 2012

EL DESIERTO

Escribir sobre la realidad del mundo y de España se hace cada vez más penoso. Parece como si el mundo siguiera un guión muy preciso sin que haya modo alguno de que se salga de él. Ya se ve en el horizonte otra guerra, esta vez contra Irán, recurriendo, para iniciarla, a los manidos y nusabundos argumentos de las mafias que dirigen las naciones. ¿Siempre habrá sido así? Kyrie eleison.
En cuanto a nuestra nación, la cosa no puede ser más sórdida y sinietra: entre todos la convirtieron en un erial y ella sola en un desierto. Son treinta y cinco años de desmantelamiento, dialécticas de enfrentamiento ocultamiento de la verdad y falseamiento sistémico, como dicen los de los lobbies económicos. Todo perpetrado por y en nombre la "ejemplar" transición democrática.
Ahora resulta que los gobiernos "elegidos por los ciudadanos" son lacayos de la banca usurera internacional y todo el montaje electoral, un teatro. Como llevamos diciendo unos cuantos. !Todo un avance democrático!. Ahora resulta que el euro está siendo una ratonera para muchos paises europeos. Como prevímos unos cuantos .Ahora resulta que las gravosas autonomías son un elemento insostenible, como previmos unos cuantos. Ahora resulta que el cainismo de algunos españoles les ha llevado a conspirar contra su propia nación y sus propios compatriotas, como llevamos presenciando muchos años. Ahora resulta que todo el "bienestar" era ficticio, humo de paja, virtual. Ahora resulta que no somos una nación soberana, fuerte e independiente. La inevitable globalización se nos aduce como causa, como si todos los españoles fuéramos tontos de baba y no nos hubíéramos dado cuenta de cómo se ha desmontado la industria, la agricultura y la ganadería. Se ha despreciado el conocimiento, la excelencia y el trabajo como medios ordinarios para obtener prosperidad personal y familiar. Se han incentivado, hasta la náusea , todo tipo de jubilaciones más o menos anticipadas, reservas transitorias etc etc ¿Para qué? Se ha fomentado la corrupción, el despilfarro, la rapiña ,todo ello, como medios aceptables de gobernar y gestionar Ex-paña. No mencionemos la falta de independencia de la justicia, sin la cual no puede haber estado con la más mínima dignidad. Ante todo ésto solamente se me ocurre una reflexión: Si hubiera habido alguien, algún país u organización interesada en destruir España, no podría haber encontrado mejores aliados en la mayoría de nuestros dirigentes y en una no desdeñable porción de nuestros compatriotas.